En un mercado laboral en constante cambio, el ejercicio de la intermediación laboral requiere de conocimientos, destrezas y competencias pertenecientes a distintas disciplinas y enfocadas a la interacción con diferentes actores.
Este ha sido uno de los temas de trabajo abordados por los integrantes del proyecto “JOB BROKER.- Evolución del papel del intermediario laboral en la UE” en la reunión celebrada los pasados 18 y 19 de septiembre en Reikiavic. Las capacidades que el intermediador laboral debe poner en la práctica en su relación tanto con el demandante de empleo, el empleador o las administraciones encargadas de los distintos procesos de inserción laboral se encuadran dentro de las áreas de la comunicación, el desarrollo de las habilidades interpersonales, la inteligencia emocional, el consejo y orientación laboral, el conocimiento del funcionamiento de la empresa y los sectores económicos, la lógica de la administración, la gestión administrativa y de equipos, etc.
Uno de los objetivos del proyecto consiste en la definición de los conocimientos, destrezas y competencias del intermediador laboral en línea con el Marco de Cualificación Europeo y Nacional de cada país socio. De esta forma se pretende tener un mejor conocimiento de este nuevo perfil profesional a escala europea.
Otro de los propósitos del partenariado es el intercambio, análisis y comparación de modelos y buenas prácticas de intermediación laboral con el fin de conseguir oportunidades de empleo sostenibles para jóvenes desempleados. Para ello los socios del proyecto mantuvieron dos interesantes reuniones con los responsables de los proyectos Job Square, centrado en la orientación y guía de jóvenes con dificultades de inserción laboral y adultos con baja formación o poca experiencia laboral, y Hitt Húsid dirigido a la inserción de laboral de jóvenes en colaboración de las empresas de la zona.
La próxima reunión está prevista que se celebre en Chipre en el mes de marzo de 2015.
“JOB BROKER.- Evolución del papel del intermediario laboral en la UE” es un proyecto financiado por la Comisión Europea dentro del programa Asociaciones Leonardo Da Vinci, liderado por Reino Unido y en el que participan socios de España, Chipre, Italia, Austria e Islandia.